No se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás (Heb. 13:16).

Yeshuapoemario

 


En la vastedad del tiempo, un milenio se despliega,
donde la fe promete que el amor prevalecerá.
Un reinado de paz, donde la justicia se cierne,
y aquellos que en bondad han vivido, la tierra heredarán.

La muerte, ese velo sombrío que todos enfrentamos,
será vencida al fin, como la última batalla ganada.
Una esperanza de eternidad, en sagradas escrituras anclada,
nos guía a través de los días finales, tan intrincados y enlazados.

No es solo la vida lo que buscamos preservar,
sino un amor profundo, que de corazón debemos entregar.
Es ese amor el que nos impulsa, nos motiva a actuar,
a seguir el ejemplo divino, y nuestra esperanza proclamar.

Con cada acto de generosidad, con cada egoísmo superado,
se fortalece el lazo con Jehová, un vínculo sagrado.
Y así, en la búsqueda de la perfección, paso a paso avanzado,
nos acercamos al ideal, por la fe y el amor guiado.

En este poema se refleja la esencia de una creencia,
que más allá de la vida, ofrece una existencia sin cadencia.
Donde cada alma justa, con paciencia y obediencia,
alcanzará la perfección, en un mundo sin penitencia.

Así, en versos se cuenta, de un futuro prometido,
donde el amor y la lealtad nunca serán olvidados.
Un milenio de paz, por el divino amor concedido,
donde cada ser humano, puede ser transformado.

  • Autor: Yeshuapoemario (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de septiembre de 2024 a las 07:00
  • Comentario del autor sobre el poema: No se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás (Heb. 13:16). Durante el Reinado de Mil Años, Jesús resucitará a quienes han muerto y ayudará a todos los seres humanos obedientes a alcanzar la perfección. Las personas que Jehová considere justas “heredarán la tierra y vivirán en ella para siempre” (Sal. 37:10, 11, 29). Y “el último enemigo, la muerte, será destruido” (1 Cor. 15:26). ¡Qué alegría! Nuestra esperanza de vivir para siempre está bien fundamentada en la Palabra de Dios. Esta esperanza nos ayuda a mantenernos leales en estos últimos días, que son tan complicados. Pero, si queremos agradar a Jehová, debemos mantenernos leales a él y a Jesús no solo para salvar nuestra vida, sino sobre todo porque los amamos de corazón (2 Cor. 5:14, 15). Ese amor es lo que nos impulsa a seguir su ejemplo y a hablar de nuestra esperanza (Rom. 10:13-15). Mientras más nos esforcemos por vencer el egoísmo y ser generosos, más deseará Jehová ser nuestro amigo para siempre. w22.12 7 párrs. 15, 16
  • Categoría: Religioso
  • Lecturas: 17
  • Usuarios favoritos de este poema: Yeshuapoemario, Augusto Fleid, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz
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