A mi hermano, de otra madre,
Escribo desde aquí, más allá del horizonte...
Que la vida es extraña para todos.
Una bola de hilo suave, sin propósito.
Somos lo que todos somos.
Algunas máquinas que caminan sin ruedas,
Chispas de llamas que queman a cada uno,
Un solo camino y ningún otro lugar.
El asfalto y la dura grava de la vida
Están desgarrando la carne de nuestro cuerpo entero.
Y con cada amanecer y atardecer
Nos volvemos más pequeños, y empieza a doler.
Nos saludamos, llorando en las cruces,
Y nos despedimos en las paradas.
Luego, dejamos nuestros lugares a otras generaciones,
Porque en la carrera de la vida, al final, morimos.
- Autor: Vasile Serban ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2024 a las 10:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Augusto Fleid, Llaneza, Pilar Luna, alicia perez hernandez, JoseAn100, CARLOS ARMIJO R...✒️, racsonando, Sergio Alejandro Cortéz
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