Los desvelados

Ricardo Castillo.

¿Quién soy?
Una débil sombra que se extingue en las horas del ocaso;
dibujo en la tierra que se borra al paso del viento;
figura frágil y confusa en la memoria,
etérea como el recuerdo de alguien que ya no está.

Timonel que enrumba su barca por ríos sinuosos
donde las horas se dilatan con misteriosa intención,
y en cuyo tiempo se evocan nostalgias de ayer
que ansían erróneamente volver.

Algunas veces,
silencio de filos azulados como el cielo;
y otras,
sonora voz como olas rompiendo en los cantiles.

Fulgor de alguna estrella extinta,
como todos;
remanentes de una antigua hoguera.

¡Oh, velador de luna, 
aullador noctámbulo!
¿Qué importan las horas si se avecina otra vez la noche?

¡Oh, infinitud del yo!,
reflejo de luna en la pileta
y también polvo y estrellas
(y cuando digo yo, estoy diciendo nosotros).

No somos lo que vemos,
sino lo que dejamos de ser,
lo que fuimos:
olvido caminando hacia la noche.

Managua, 25 de abril de 2024

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