Arrojé cada una de las banderas del mundo por hacerte sentir de todas partes. Universal te vestí porque quería vivirte entera, sin taparte. Aquí y allí, en cualquier puerto y embarque.
Así lo trajo mi corazón, envuelto en miel y sangre. Sin lazos ni tapujos, lanzado en este tu estanque.
Ahora el tiempo te pertenece, pues eres tú la única capaz de estar y ser en cualesquiera dimensiones del pensarte.
En la vid y en la fuente, en la arena y en el risco saliente.
- Autor: Moliner Vallés (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2024 a las 13:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Augusto Fleid, Texi, alicia perez hernandez, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., racsonando, Sergio Alejandro Cortéz
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