Ensoñación: Obsesión

Gustavo Martinez Deschamps

No he catado el cielo, y aunque desconozco el perfume de los angeles, quizá huelan a ti... 

 

Aún así, suelo percibir mínimamente detestable, tu incrustación en mi pecho, la delectación cruda hacia tus abismales y fuliginosos ojos dulces.

 

Y, Asi mismo, adoraría, subastar mi alma hacia tus diantres, exponerme sacrílegamente a tus ánforas de carne, y saborear el infinito de tu predatorio fulgor.  

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