Traes una ventisca ciega,
que se asoma por la ventana,
cerrada ella,
pues a soplar se niega,
ahora es polvo de estrella.
Somos misterio que mana,
tal vez del olvido,
tal vez de rocío,
seguramente ambos,
somos corazones noctámbulos.
Entra la mirada con ojos de ciénaga,
mezclando su piel con una luna eterna,
somos ambos; plenilunio y agua etérea;
ventisca que se entrega por vez primera,
cuál si éste olvido fuese primavera.
- Autor: Romina Delucetti (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de septiembre de 2024 a las 14:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, ElidethAbreu, Pilar Luna, WandaAngel, Gonzalo Márquez Pedregal, Mauro Enrique Lopez Z., Javier Julián Enríquez, syglesias, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Que belleza de un olvido que brota a la primavera.
Gracias amigo y encanto de poema.
Estimada poeta, muchas gracias a ti por tus palabras y por tus ojos de aliento sobre mis palabras.
Valoro mucho tu opinión y tus ánimos.
Gracias en verdad!
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