Las locuras están cuerdas;
El reloj, en su invariable tic tac,
Formatea las direcciones del tiempo,
Con atropellados intervalos.
Los rostros impávidos de vida,
Emiten desaires y agraciados gestos,
En una especie de música exótica,
Que desarticula la realidad,
Con un paroxismo improvisado.
En el día – noche, el ambiente
Se mancha de tonos grises.
Desde ahí, asoman seres diezmados
Por el entorno,
Que narran fábulas indescifrables,
En una alcoholizada secuencia
De presentes y pasados.
Un aire irrespirable colma la atmosfera;
Dioses que nos juraron amor,
Marchan hacia oscuros bares,
Aromatizando de extrañas criaturas,
El porvenir.
El silencio, está envuelto en un adiós
Y golpea las cienes
Con gestos indescifrables…
Los besos, que antes quemaban,
Hoy son un duro soplo,
Que promueve un viento,
Afilando sus garras,
Y cortando la memoria de las cosas,
En un rito de muertes alegres y simples…
En las estaciones de El Metro,
Donde solía escuchar a la gente,
Todo se ha llenado de una
Displicencia individualista,
Que cruzan las iluminadas capas
Entre la bulla del inerte internet.
Son voces extrañas y caóticas,
Que retrata una anárquica escena:
Un nuevo orden para la poesía,
Que se nos viene tejida de engendros
De una ampulosa realidad virtual.
- Autor: edgardo vilches ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2024 a las 07:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, EmilianoDR, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz
Comentarios1
Poeta, el caos de la vida que cada vez crece y se expande y nos arrastra.
Saludos y gracias.
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