En el hogar de mi alma, vive el rey que he coronado
con mi constancia de amor le he fermentado
de poquito en poquito, las miseras alegrías
ya que la tristeza incurable se adhirió
como polvo del camino sobre su contrita vida.
Las fieras tempestades, la suerte negra
mancharon con hondas horas de desgracia,
la diáfana e intrincada luz de su mirada.
calla un mar de sin sabores por la partida
de su simiente, vaga los días recogiendo espinas
sereno y fuerte, me toma en un abrazo
y mi corazón gime al sentirlo tan extraviado.
Tiene de vicio las ganas de vivir por quien no vive
pero a descuidado su cuidado se precipita
sin quererlo ni saberlo al tálamo de la muerte
y mis ojos lloran cuan desgraciados,
de saberse presos de ese infierno
Cómo no llorar tan doblemente
por la pérdida de un maravilloso ser humano
y de un hombre al que mi corazón retiene…
Quisiera el cielo me ayudara a hacerle notar
lo que me inspira, lo mucho que a este mundo
y a mis brazos le hacen falta.
- Autor: Isel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2024 a las 00:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Andy Lakota👨🚀, Lualpri, Sergio Alejandro Cortéz, Augusto Fleid, CARLOS ARMIJO R...✒️, alicia perez hernandez, Pilar Luna, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Querida Elizabeth...
Seguramente Dios, tiene reservado un bello y especial lugar para el alma de quien te refieres.
Que descanse en paz! 🕊
esa es la esperanza siempre, gracias, un abrazo Lualpri
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.