La verdad es un fuego que arde sin consumir,
una llama que se mantiene viva
en el corazón de quienes se atreven a mirar.
Nos revela que el mundo que conocíamos
era solo una sombra
una ilusión que nos mantenía presos
de nuestras propias creencias.
Al final, no es la luz lo que tememos,
es la libertad que ella nos ofrece,
la posibilidad de ser algo más
que lo que las sombras nos dejaron ser.
Y al cruzar la frontera entre la caverna y el sol
entendemos que siempre fuimos libres,
solo necesitábamos abrir los ojos.
La verdad es un fuego
una llama que arde
en el corazón de aquellos
que se atreven a mirar más allá
de las esquinas en penumbras.
Nos muestra que el mundo
que conocíamos
no era más que la construcción
de una prisión sombría
de una ilusión que nos mantenía
cautivo de nuestros paradigmas,
espejo de una llamarada
que nos mantiene en un infinito
letargo de retraso mental.
Al final,
No tememos a la luz,
sino lo que significa:
las puertas se abren
y como sostenemos¿ la libertad
en las manos,
la expectativa de cruzar el bosque
y encontrarnos
con nieblas entre las ramas,
y el canto de aves que no ves.
Cuando finalmente cruzamos
el umbral entre la caverna del bosque
y el mundo real,
descubrimos que la libertad
siempre estuvo allí, desnuda,
esperando a que abriéramos los ojos,
y encontrar nuestros pensamientos.
- Autor: OscarCampos ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2024 a las 17:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Antonio Pais, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
Comentarios1
Mientras leía evoque la caverna de Platón. La cuestión de la libertad es intrínsecamente compleja. No puedo afirmar que seamos completamente libres. Vivimos rodeados de limitaciones impuestas por nuestras circunstancias, creencias y la sociedad misma. Sin embargo, hay una deseo de libertad dentro de cada uno de nosotros, una capacidad de entendimiento y elegir que, si bien a menudo está oscurecida, nunca desaparece por completo.
La idea de que “siempre fuimos libres” es atractiva, pero no es más que una ilusión. Nos convencemos de que el entorno que nos rodea define quiénes somos, pero en última instancia, somos nosotros quienes debemos romper esas cadenas auto impuestas. La libertad, entonces, es una búsqueda, un esfuerzo constante por despojarnos de las sombras que nos mantienen prisioneros.
Así que, en esencia, la libertad es un estado en el que debemos luchar para alcanzar. No se trata solo de abrir los ojos, sino de tener la valentía de mirar más allá de las ilusiones y construir nuestra propia realidad..
Saludos a ti Oscar.
Elthan:
Me llevaste a leer la alegoría de la caverna de Platón.
Te dejo estos versos, en realidad me aparecieron de algún lugar:
“el alma humana es el eco de una caverna,
y solo el valiente se atreve a buscar la melodía”
Gracias por tu completísimo contenido del poema.
Saludos.
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