Poema 11 La última llamada de atención al niño que fui

Eros Corzo Camacho

Al niño que fui lo vi llorando en un sueño, me arrodillé, extendí mis amplios brazos alrededor de su microscópico cuerpecito, le dije que el amor retrotrae las lágrimas a los ojos, la meteorología hacía al niño, un niño color nieve otoño, ojos verde primavera; florido limeño de altura, mi mirada era un rugir y mi voz le daba pie a mi alma afligida.

 

Me cortaron las alas dónde sentía tu amor en libertad, he caído, seco la última gota de mi alma, pero mis ascendentes con su genética han creado este linaje apto de emerger en todas las guerras.

 

Voy a sobrevivir a caminar en el fuego de la indiferencia, a resistir como la roca que resiste las patadas del mar, así como resiste el planeta su contaminación, el interior de este guerrero fue reanimada por Dios.

 

Niño con corazón de hombre, no mueras en los días repetitivos, la misma que se transforma en rutina deprimida, ¡ve y caza tu libertad!, que tú juicio amplifique el tiempo de baile entre la alegría y tu almita, veremos de nuevo el sol poniente en una cama de oro y el niño me volvió a sonreír.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.