Hablemos en el silencio

Augusto Fleid

En el viento de la tarde suspira,  

como un lamento en la llanura,  

bajo el techo de pizarra gris,  

donde el sol se muerde los dedos.  

Una golondrina de carbón,  

en su nido de sombras tibias,  

abraza el pecho del cielo,  

como un niño que sueña con estrellas.

 

 

Hablemos en el silencio…

 

 

No mires atrás,  

donde los días son espejos rotos,  

no te muevas, escucha,  

el viento canta entre los olivos,  

empujando los campos,  

semillas que tiemblan,  

anhelando ser espigas doradas  

que se besan con la luna.

 

 

El mundo reposa  

en trazos de sombras y luces,  

el día se cierra,  

como un telón que se pliega,  

y el tiempo se desliza  

en susurros de un crepúsculo eterno.

 

 

Hablemos en el silencio…

 

 

En la última página,  

este invierno de anécdotas  

se abre al amanecer,  

comenzando en una hoja blanca,  

donde la vida escribe  

sus versos de esperanza  

en la arena del tiempo.

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Comentarios +

Comentarios3

  • Patricia Aznar Laffont

    Entre tus arenas del tiempo, el silencio mece mi alma que lo ama.
    Geniales letras.

  • Alberto Escobar

    Me ha encantado. Me alegro de encontrarte. Gracias por compartir Augusto,

    • Augusto Fleid

      Gracias por pasar por esta humilde mesa colega saludos cordiales

    • Donaguil

      Hermoso poema alentador y lleno de fe.



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