El tiempo ha trascurrido dejando desojados
casi por completo los madrigales de mi jardín
son pocas las mariposas que lo transitan,
algunos gusanos aparecen esperanzados
a probar el néctar de mis hojas y mis flores secas,
la savia de mi tronco aún guarda humedad en su raíz,
y no hay quien busque en mis oscuridades su alimento.
Ya nadie posa su mirada sobre las ramas desérticas.
Me mantienen en vilo los recuerdos de las primaveras
que me vistieron de retoños, en que acudieron prestos
colibríes y millares de abejas, aquellas en que el corazón
se regocijaba y anhelaba perenne su vuelo.
Mi pensamiento mantiene viva la belleza de las largas,
largas épocas, en que el rocío irrigaba felicidad y vida.
Las copas de mis árboles no festejan más la gloria,
el sol no recurre a ellas para disgregarse,
el viento no se enturbia ni flaquea en sus fuerzas.
En mi jardín se va dibujando el invierno y la oquedad.
No hay nidos que habiten mis ramajes, la tierra agrietada
quiere echarme lejos de sí y yo no tengo más fuerzas,
deseo tanto que al menos mi madera pudiese dar calor
y abrigo a la felicidad o paz eterna, más para mi madera
tan resquebrajada no hay barniz que la pueda cubrir
y ningún leñador vendrá a derribarme con su elección.
- Autor: Isel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2024 a las 23:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago AlboHerna, Antonio Pais, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, Pilar Luna
Comentarios1
Gracias por tus letras, querida poeta!
Ten un maravilloso día! 🌸
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