Al contemplar tu cuerpo siempre
me parece fin de semana,
Y mis dedos amontonan
toda justificación, pero no diré
mariposas porque en ti no eres no.
Lo hermoso de ti no está
en los labios que te digan,
está en los sanados ojos
que por sanados siempre miran.
Tengo ganas de escribir por ti
en cursiva, las letras amontonan
en la talega de mi ausencia
de ganas a que la tinta diga de ti
lo que por perenne se viene
renglón por renglón.
Seamos árboles que no deshojan,
seamos del río su nacer,
seamos de la fuente la sed,
seamos tú y yo un horizonte
en las faldas del ocaso
y decirnos como el mar.
No callemos nunca
la palabra por venir desnuda,
Los garabatos siempre perfuman
cuando en el cuando
no hay posible interrogante.
Dime y digo y seamos.
- Autor: Lakota (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2024 a las 10:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, FRANCISCO CARRILLO, Augusto Fleid, alicia perez hernandez, Miguel Ángel Miguélez, Mauro Enrique Lopez Z., Raül Bernadas, Pilar Luna, Donaguil, racsonando, Sergio Alejandro Cortéz, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Me gusta ese amor sincero, en contraposición al romántico que bien expresas en tu poema, Andy. 👍
... ese rostro de la piconera de Julio Romero de Torres siempre me ha fascinado, y verlo en la plaza del potro es para estar horas y horas degustando cada trazo...
Un abrazo.
Lindo comentario el que haces y que te agradezco.
Efectivamente, Julio Romero De Torres y su piconera con su sensualidad misteriosa.
Conozco muy bien Córdoba y sus encantos, hubo un tiempo que desarrollé allí mi caminar.
Por cierto, por esas casualidades de la vida, en la plaza de la Corredera conocí a Antonio Gala.
Saludos.
Así es es el amor y convertido en poema, se vuelve en algo profundo y simple que nos baña en su misterio.
Dices bien y bonito.
En el amor no hay pasado ni futuro, por eso es misterioso.
Saludos.
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