A todas las madres que pierden a sus en el sinsentido de las guerras.
Tan sólo floreciste
tres primaveras.
¡Malditos los fusiles,
maldita guerra!
Tu cuerpo frío,
acunado en mis brazos
lo siento vivo.
Las delicadas joyas
de tus mejillas
son dos pálidas rosas;
niegan la vida,
las voy regando
con gotas de rocío;
callado llanto.
Blanca como la luna
te has elevado,
dejas mi alma entre brumas,
triste y llorando.
En la negrura
del dolor por tu muerte
mi pena hurga.
Tu cuerpo fue mi escudo
sin yo quererlo,
todo se volvió oscuro
temblé de miedo,
mi pecho ardía;
y tu sangre en mi sangre
estremecida.
Fui tu cuna y tu casa
por nueve meses,
te mecí en mis entrañas
miles de veces...
Te di la vida;
deja que te acompañe
me necesitas.
Una casa en las nubes
te hace tu madre,
miles de estrellas lucen
y de amor arden.
Estoy contigo
no recorrerás sola
este camino.
Será un camino bello,
toma mi mano.
¿Ves la luz a lo lejos?
Hasta ella vamos.
Mi niña ríe,
con ella van jugando
dos querubines.
Vamos por el camino
que al cielo lleva,
hay flores en racimos
huele a canela.
Ven, dame un beso,
que un beso tuyo vale
mil universos.
Ya estás mi niña guapa
junto a Dios padre,
Él te acoge en su casa;
yo he de marcharme...
Nunca te olvides,
del amor de tu madre;
en el que vives.
- Autor: jarablanca ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2024 a las 15:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Augusto Fleid, Antonio Pais, FRANCISCO CARRILLO, Alexandra L, Antonio Martín, Miguel Ángel Miguélez, Mauro Enrique Lopez Z., Gonzalo Márquez Pedregal, Classman
Comentarios2
Primera vea que te leo,poeta, y a verdad, me gustó, mis respetos.
Muchas gracias, me alegra que mi poema sea de tu agrado.
Saludos.
me gustan tus poemas ,tienen vida
y alma propia la que les otorgas
saludos cordiales :jarablanca
Muchas gracias, Gonzalo.
Saludos.
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