Cenicero

Salvador Galindo

Hay dos espejos mirando hacia lo ideal, intangible,

una proyección innecesaria acerca de tu humo interno,

desplazado en una noche, esta noche.

Ahora, ven conmigo, júntate conmigo.

Siéntate, busca tu comodidad,

para aproximarte hacia eso que creerás temer

pero ya experimentas.

 

Desde aquí puedo ver nuestro antiguo vacío

en ese acantilado negro,

y solo alcanzo a distinguir las luces,

que señalan nuestro final, en una noche.

 

Estos espejos insinuados,

pueden más que un par de pupilas complacientes,

y ya estoy empezando a coleccionar nuestras cenizas.

 

Disfrútalo mientras tenga sabor,

hasta que se vea desplazado junto con la neblina.

Creo que la veo aproximarse cerca, cada vez más.

Como en un divorcio de lugares,

estoy tomando el lugar que me corresponde.

Tu lugar, las tinieblas más dulces

provenientes de tu lar a tu alma,

de tu lengua a los labios.

 

(Olvidé que estás a mi lado…)

 

Esas luces ya están tomando un intrigante tono,

y aún no sé lo que me espere

cuando me vuelva cautivo de mi propio discurso.

 

Esa ceniza, ese montón de polvo corpóreo,

está tomando forma en mis palabras.

Así que siéntate, una vez más, relájate,

jamás lo había sentido tan cerca,

solo tu aliento podré arrebatar ahora.

Una lástima,

como lo impreciso de esta noche,

como lo indigno del brillo de las luces, el calor,

como la futura antítesis de una confesión.

 

En fin, al igual que en una muerte prematura y justificada,

como en un desenlace sin protagonismo,

esas luces del acantilado eran las que simbolizaban

nuestra última determinación,

nuestro aura medular,

entonces es cuando comienza la euforia.

 

Continuemos hablando sobre nuestros asuntos,

discutamos y reflexionemos,

y así lentamente mudarás tus antiguas pieles,

y las renovarás, majestuosamente.

Inhalarás el pasado junto a mi compañía,

mientras se apagan las velas,

la cera y las cenizas sobre la mesa,

y proyectas tus visiones,

con una nueva excusa para desmentirlo todo…

 

Estamos más cerca de lo que imaginas.

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