Un viaje directo
boleto de un solo uso
me espera una mesa para uno
un café en ayuno...
Unos lloran con lagrimas
otros pertenecemos a los pensamientos
abstractos toman formas por dentro
bailan sobre el cadáver de los deseos
Mis ojos buscan un punto neutro
el atardecer se pinta de naranja y oro
la brisa que le acompaña, abanica los miedos
mientras que el aroma de café se funde en mis recuerdos
Cierro los ojos, me transporto
en una nueva melodía me concentro
no, no es nueva, más no la recordaba para estos momentos
es el sonido de un llamado, en mi puerta te he encontrado
Abres la puerta, no hay barreras
perteneces, eres dueña
ve y toma lo que quieras
da un paseo por mi alma, no es desierta
no pararás de encontrarte en fragmentos
pequeños tesoros de todo lo que te quiero
El primero que verás, es uno de los más hermosos de este lugar
se trata de cuando te vi por primera vez, nada me hubiese preparado para esa vez
con una sonrisa, pusiste mi corazón a la misma velocidad que la luz
una luz tan pura y natural, era un contraste con lo artificial
una luz de estrella en un cosmos de neón, podría asegurar.
Si continuas el camino, pronto, más encontrarás
seguramente, un montón de trozos apilados en una esquina verás
no te confundas, es de todas las veces que te he echado de menos
y si continúas recto, luego a la derecha y finalmente a la izquierda
uno de los que más brillantes hallarás
ese es el que guarda todos los sueños que he vivido contigo
Si bajas por las gradas a lo más profundo de mi alma
en el salón iluminado con velas
sobre una mesa de madera
una pila de sobres con todos los mensajes que te escribí
palabras, frases, canciones, historias y poemas
todas te tienen de musa eterna
todas contando lo mucho que te he amado
siendo mi amor más grande, mi dolor más fastuoso
Si tus párpados pesan ya
si tus pies están cansados de explorar
si deseas un momento descansar
puedes dormir sobre los recuerdos
son memorias de madrugadas hablándote, como si estuvieras presente
alguien me juro que si lo hacía, algún día volverías
junto a mi toda la vida estarías
perdona, son tonterías...
al igual que los mil dibujos que en techo seguramente verías
mil corazones y tu nombre, como estrellas brillan
mi cielo pintado, no he podido parar al ir pensando
como sería cada día del resto de mi vida
Si terminas de explorar mi laberinto
no te vayas por favor
quedate aquí dentro conmigo
Lo dije en voz alta
pero tu mirada ya no estaba
Abrí los ojos
el atardecer había terminado
te esperé junto a la luna
pero yo estaba en el lugar equivocado
mis lagrimas por fin me sobrepasaron
Un solo trago, frío, amargo y un adiós
el mesero su mano me extendió
gratitud reflejó al consumidor
una nota en mi mano quedó
“Amigo, no se puede ganar sin perder, incluso el cielo exige la muerte”
Caminé…
el senderó demoró en mostrarme dirección
no había un punto de retorno hoy
el reloj marca la hora de regreso
pero miente, es un perverso
una hora no dura lo mismo contigo o sin ti
eso lo sé muy bien, porque he de aprender a vivir así
No puedo verte donde me gustaría
junto a mi sombra bailar
con mi mano sobre la tuya, no importa el destino o lugar
solo puedo imaginar, tus huellas en mi piel
entre mis brazos tu calor, caricias embriagantes de tu olor
sentir el peso de tu emoción
en mis oídos, el susurro delicado de tu amor
Mis lagrimas mudas se desbordan
el nudo en mi garganta me ahorca
mi pecho congelado en Sol sostenido
me recuerda que tú ya te has ido
Me derrumbo y suspiro
sobre la tierra que lleva tu nombre en honor
Grecia, inmensurable, cálida y sublime
donde mi vuelo me ha traído, tal vez como castigo
mis rodillas vencidas
mis manos cansinas
una noche sin estrellas, solo la luna contempla
presencia un fin
por ello te dedico una última ovación en flor
una flor al amor de mi herida
- Autor: Abraham Rodríguez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2024 a las 00:00
- Comentario del autor sobre el poema: “si tú me recuerdas, no me importará que el resto del mundo me olvide”
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Gutierrez Jaldin, Antonio Pais, Tommy Duque, Scarlett-Oru, Mauro Enrique Lopez Z., Augusto Fleid
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.