De tal manera he sido algo
Y al mismo tiempo he sido nada,
Divergente pues o alguien vago
Con el alma rota y alejada.
Duermes a mi lado muy silente
Llenando el espacio de mi cama
Donde descansa asi tu vientre;
Aquel que ya a mi no me ama.
En noches como ésta que descansan
Los párpados cansados de faenas
Son ahora los demonios que me abrazan
Haciendo que me ahoguen las penas.
He descubierto el secreto tan deseado
Que no existe siquiera en mi llanto,
Ese secreto que a mi me ha dejado
Sin el sollozo de mi propio espanto.
Soy ahora el vigilante de los sueños
Que fueron mios tan solo una vez,
Mi vida, no, nunca he sido el dueño
De mi infancia o de mi pronta vejez.
Sufro pues, el insomnio de media noche
Por ser adulto en su plena juventud.
Anda y despídete de tu broche
Y déjame ver cual es tu pulcritud.
Cargo en mis brazos a un niño adulto
Que no tuvo niñez ni juventud alguna.
Y quien es el que carga ese bulto
De retazos de tela que parecen de luna?
Es, pues, un simple humano sin valor
Que vaga por las calles pidiendo pan;
Que tiene en sus huesos el dolor
De no poder ir adonde todos van.
Quién será el que extrañe a ese tonto
Siendo aun más tonto todavía?
Ojalá que éste desaparezca pronto
Y que no se le recuerde un solo día.
De tal manera, yo he sido algo
Pero también yo he sido nada.
Asi que he vestido ropas de vago
Con el alma rota, con el alma alejada.
Ricardo Manzanarez Molina (Nicaragüense)
- Autor: Ricardo Manzanarez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2024 a las 04:02
- Categoría: Triste
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi, Antonio Pais, Tommy Duque, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz
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