La esfinge (i)

....

No puede ser, es terrible,
todos puestos en camino
y, Madre Santa, qué sino
nos das para confesión.
Pasamos a una india fila
y oigo de más adelante,
sonido de un coro aullante
con tonos de destrucción.

Qué pasará, no avanzamos,
mas pregunto por el hecho,
si es que el camino es estrecho
o hay barranco que saltar.
Voz llorosa balbucea
que en camino hay una esfinge,
que la vida te restringe
y sube o baja el pulgar.

En posición te pregunta,
tus entuertos y saberes,
por tus verdades y haberes,
y debes de responder.
Y según sea respuesta,
o pasas o te fulmina,
convirtiéndote en la harina
que un soplo pueda extender.

Y según dicen, hermana,
hay harina por montones
y se escuchan los dramones
de los gritos y el temor.
Falta poco, falta poco,
y adelanto despedida
si en poco acaba mi vida
al contestar con error.

...

Pues me siento, ya es terrible
saber que llega el final,
pues solo hay juez y fiscal
para sentencia elegible.
Y ahora, ¿qué es corregible?
y cuántos cuentos contados,
engaños no recordados,
cuántos saberes perdidos,
cuantos amores vendidos
serán en tiempo juzgados..

Y cómo decir verdad,
si en cada boca que expiras
crees las propias mentiras
que manda la voluntad.
No cabe la majestad
ni por voz de pensamiento,
y adiós con todo el invento
que ponga carita buena
pues el bicho hará condena
poniendo mi harina al viento..

Veo que la cola avanza,
yo ya me voy acercando
y sin querer, voy rezando
sin saber a qué o a quién.
Presiento que eso no sirve;
fácil es ir de decente
con la excusa de creyente
que canta al final amén.

El pánico ya entra en juego
pues yo me siento culpable
de ser penosa y dudable
por saber y por verdad.
Es como un juicio final
donde no hay escapatoria
de lo que quedó en la historia
y no merece piedad.

Ya me acerco, ni uno pasa,
y yo solo veo harina.
Solo debo, por doctrina,
despe........................

(continuará)

Jhetsefany