Lluvia de Abril

Sebastián Joel

Salgo temprano de casa, mochila mojada y ando sin paraguas,
pisando charcos de agua por mirar el árbol que de frente se encontraba.
Logré esquivar la rama, pero me empapé el calcetín;
espero que funcione el calefactor y en la entrada tengan aserrín.

Dejo mis zapatos a un costado sin miedo a que se los lleven;
recuerdo que ya no vivo en Santiago y ahora sí se puede.
Me quito el gorro de algodón, donde nadie vea que estoy chascón,
me pongo la capucha por si alguien se asoma y no les interesa,
pero siempre me he perseguido con las personas.

Sus opiniones, emociones que ocultan discretamente,
no capto indirectas de palabras inocentes.
Empezando el día bajo techo y con un milo,
me siento a la lejanía a conversar conmigo mismo.

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Comentarios +

Comentarios1

  • EmilianoDR

    Poeta Sebastian, dialogar con uno mismo nos evita aislarnos del todo y analizarnos a profundidad.
    Saludos cordiales y gracias.

    • Sebastián Joel

      Así es, siempre es bueno dedicar tiempo a uno mismo. Un abrazo, muchas gracias.



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