¿COMO LE LLAMAREMOS A LO NUESTRO?

YAZMANY

 

Entonces cariño dime,

¿Como llamaremos a lo nuestro?  

Tal vez la luna y el sol,

o sencillamente tu y yo ?

A caso seria un nombre apropiado!

El instante, de un eterno romance.

Te pregunto!

¿Será que buscamos bonitas sensaciones en sentimientos encontrados?

O nuestras emociones, empujan a nuestros corazones a latir a la par!

¿Y la ternura es tal, que hemos 

llegado al inicio de algo bello?

Y eso nos lleva a imaginar 

como será al otro besar.

Que nos intriga la idea,

de ese primer contacto de labios 

o aquella primera caricia.

 

 

 

El deseo nos pinta el horizonte  

y al mirarnos nos preguntemos,

¿Será que deseamos jugar?

¿O es solo un juego este deseo?

Y me detengo a pensar

como se sentirá el fuego, 

de nuestras miradas desnudas.

¿Juntos conoceremos el amor 

o, serán solo efímeros momentos?

Ya que al mirarnos, queremos despojarnos de la ropa;

pero la derrota sin luchar 

intenta ganar la batalla.

Más un fuego dulce nos atañe, 

y nos empuja a brindar te quiero distantes, y me gustas disfrazados.

Cada frase que pronunciamos 

es un reflejo de pasión reprimida.

Un libre albedrío cautivo 

un grito silente, o quizás simplemente, un cumulo 

de temores cobardes

que distraen a la razón.

 

 

 

Hemos acordado que vamos  

a enamorarnos sin prisa,

que los latidos resuenen en silencio,  

conteniendo ese grito que espera 

ser oído.

Pero las dudas del como será,

que pasara vienen y van.

¿Será un beso y despedida?  

O será un impacto en el alma.

Un laberinto de miedos 

nos encierra, pero la

atracción nos hace libres.

Al tiempo que el lenguaje de la piel 

nos incita a descubrir en secreto la trama, antes de llegar a la cama.

Pero el deseo nos llama 

y nos enciende en llamas, 

cada que la duda se apaga.

 

 

 

Llevo a la fecha ciete 

pasificos desvelos en

prolongadas noches de amor.

Con un número imaginario de besos 

todos, con sabor a ti.

En mi imaginación lento, nos besamos a prisa, y nos amamos 

entre placenteros murmullos.

Tu mano en mi espalda es la chispa que falta a la hoguera, y todo se enciende; me quema la piel cada beso.

Al sentir nuestros cuerpos 

hablar en lenguaje de fuego.

Y en esa danza entre sombras, 

aquel enigma eterno,  

es solo un instante 

que se vuelve infinito.  

Me gustaría llevar a tus sentidos 

más allá de los límites, reiteradamente.

aceptas?

 

 

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