En estos tiempos de pandemia
solo la Luna nos salva en las noches sin sueño.
Probablemente gracias a ella
nuestros ancestros dejaron de ser cuadrúpedos,
(cuando un enamorado primate la descubrió en los cielos)
porque para mirarla tenían que erguir el cuerpo.
Y así día tras día a través de milenios,
nuevos homínidos enamorados
buscaron cada noche a la bella Luna
de las noches sin sueño,
sin percatarse de que, poco a poco,
la genética fue haciendo su trabajo,
hasta que finalmente erguido
quedó nuestro cuerpo...
Frank Calle (21/ abr/ 2020)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2024 a las 00:17
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Alejandro Cortéz, Marco Gutierrez Jaldin, Antonio Pais, Tito Rod, Augusto Fleid, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., racsonando, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Paco Pena, Pilar Luna, Ricardo Castillo., Sami Sanz
Comentarios2
Genial poema.
Me gustó mucho.
Saludos amigo poeta Frank Calle 👍🏻🙋🏻
Amigo Salvador, yo le agradezco mucho su interés cotidiano por mi obra. Es muy bueno saber que no escribimos para uno mismo, sobre todo cuando lo hacemos a cambio del placer de saber que siempre alguien se interesa por lo que hacemos.
Un cordial abrazo,
Frank
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Estoy totalmente de acuerdo.
comparto lo que expresa.
Le envío un saludo respetuoso, esperando seguir
disfrutando de su obra.
Hasta pronto Poeta amigo FrankCalle
Buenas noches Frank: Bello Poema cargado de magia y atracción por la pálida luz de Selene.
Enhorabuena 👏👏👏👏👏👏
Saludos.
Estimado Paco, ¿cómo agradecer sus palabras? A través de la vida yo he realizado muchas cosas, y no pocas veces en paralelo. Incontables horas dedicadas a escribir libros docentes, que han ayudado a formar a miles de estudiantes. Pero cuando terminan el curso continúan, como es lógico, su vida, y nadie se recuerda ni de la obra, y mucho menos del autor... Sus palabras, sin embargo, compensan todo eso; y es que en la poesía he recibido ese apoyo que no he encontrado en la literatura docente y científica, y eso que como profesor no me ha ido nada mal, mis matrículas siempre son altas, y mis resultados muy buenos, pero al mismo tiempo efímeros, como si los siguientes profesores borrasen en la memoria de los alumnos, el espacio que ocuparon los anteriores. Pero así es la vida del docente. Yo, sin embargo, recuerdo hasta el nombre de la maestra que me enseño a leer y escribir, y la mayoría de los que después tuve a lo largo de tantos años, porque tampoco el nombre de los autores, de los tantos libros de los que he aprendido a lo largo de la vida.
Muy agradecido, y muchas gracias.
Frank
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Buenos días Frank: Comprendo perfectamente esa satisfacción efímera que reporta la docencia. Desde el año 1980 hasta 1992 yo trabajé, también, como profesor. Y como en tu caso, la poesía es un refugio, una suerte de ejercicio extrapunitivo que me ayuda, desde mi adolescencia, a descargar la frustración que genera vivir, acometer proyectos y gestionar responsabilidades.
Siempre es un placer contactar contigo.
Un abrazo y saludos.
Gracias amigo, es un honor.
Un abrazo,
Frank
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