Felices ustedes cuando la gente mienta y diga todo tipo de cosas malas sobre ustedes (Mat. 5:11).

Yeshuapoemario

 

En el polvo de la desesperanza, donde las cenizas del dolor y la prueba se entrelazan, se alza una figura, un hombre de fe, que a pesar de su sufrimiento, su espíritu no se quebranta. Es Job, el paciente, el perseverante, cuya historia en versos antiguos se canta, un eco de lucha, un himno de fe, que en las páginas sagradas se planta.

 

En su diálogo con lo divino, halló consuelo en medio de la aflicción, una conversación con Jehová, que le brindó paz y redención. "¿Acaso no puedo cuidarte?", le dijo el Creador con amor, y Job, con ojos abiertos de asombro, vio más allá del dolor.

 

Con llagas que marcaban su cuerpo, pero con un corazón inquebrantable, respondió con humildad y gratitud, su fe en Jehová, inmutable. "Te había oído con mis oídos, pero ahora te veo con claridad", una confesión de reconocimiento, de una presencia sin igual.

 

En la historia de Job hay lecciones, de resistencia, paciencia y lealtad, un recordatorio para todos, de que en la adversidad, hay dignidad. Aunque el mundo nos insulte, y trate de manchar nuestra reputación, la integridad de Job nos inspira, a mantener firme nuestra posición.

 

Como Job, podemos ser leales, en medio de las pruebas más severas, sabiendo que Jehová nos observa, y en sus manos, nuestras vidas preserva. La fe de Job es un faro, que ilumina el camino de la verdad, enseñándonos que, incluso en ruinas, podemos encontrar la serenidad.

 

Que la historia de Job nos recuerda, que no estamos solos en nuestro andar, que hay un amor más grande que el desprecio, y una esperanza que no puede cesar. En cada prueba, una oportunidad, de demostrar nuestra fidelidad, y como Job, en la presencia de Jehová, hallar la verdadera libertad.

 

  • Autor: Yeshuapoemario (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de octubre de 2024 a las 08:21
  • Comentario del autor sobre el poema: Felices ustedes cuando la gente mienta y diga todo tipo de cosas malas sobre ustedes (Mat. 5:11). Debemos escuchar a Jehová, no a nuestros enemigos. Job prestó mucha atención cuando Jehová habló con él. Para hacerlo razonar, Jehová le dijo algo así: “Yo estoy al tanto de todo lo que te ha pasado. ¿Crees que no puedo cuidar de ti?”. Con humildad y profunda gratitud por lo bueno que es Jehová, Job respondió: “Con mis oídos había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos” (Job 42:5). Cuando Job dijo estas palabras, es probable que todavía estuviera sentado entre las cenizas, con el cuerpo cubierto de llagas. Pues, en medio de esta situación, Jehová le confirmó que lo amaba y le aseguró que tenía su aprobación (Job 42:7, 8). Hoy en día, quizás la gente nos insulte o nos trate como si no valiéramos nada. Puede que intente manchar nuestra reputación personal o la de la organización. El relato de Job nos enseña que Jehová confía en que podemos ser leales cuando pasamos por pruebas. w22.06 24 párrs. 15,
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 29
  • Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Sergio Alejandro Cortéz, Josué Gutiérrez Jaldin, Augusto Fleid
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