Una tarde quería pasar unos momentos
alegres.
Me fuí a un bar, tomé asiento;
de pronto llegó una dama con poca
ropa en su cuerpo; me dijo buenas tardes,
en que te puedo ayudar ; una cervecita
bien heladita, que manera de pasar la
tarde.
Ella felíz porque yo jamás le dije
algo que pensará mal de mí y, de ella
también.
Solo sé que hasta el día de hoy, no
hay enojo porque, de vez en cuando mi
alcoba es testigo de un romance de amor.
- Autor: CIGARRITO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2024 a las 10:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Marco Gutierrez Jaldin, alicia perez hernandez, Sami Sanz, Augusto Fleid, Pilar Luna, La Bruja Irreverente, Jaime Correa, pesetoman, Xiomiry, pasaba, David Arthur, Mauro Jesús (mallito), JoseAn100
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