La inmortalidad es una cuestión de Fe,
de creer, sin fisuras, en la vida
y en una existencia sin limites
que no se agota en la efímera biología.
Somos alma, somos energía,
cambian nuestras necesidades y ánimo,
evoluciona nuestra apariencia y estado,
pero, en esencia, somos indestructibles.
El tiempo, el azar y nuestros propósitos
nos esculpen en lo que parecemos,
pero también, en lo que realmente somos:
Un enigma oculto, incluso, para nosotros.
Nuestra perpetuidad no es una añagaza
ni un sedante contra el pánico a la muerte,
es una reveladora verdad, abstracta,
ajena a la prescripción de la materia.
La fé es una fuente de vida,
un acicate para el imperecedero espíritu,
el más noble y merecido homenaje
al Inspirador de estos misterios.
- Autor: Paco Pena ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2024 a las 19:45
- Comentario del autor sobre el poema: El nacimiento y la muerte no son el principio ni el fin de nada, son la puerta de entrada y salida de un ciclo infinito de cambios de estado y domicilio corporal. Lo que llamamos vida sólo es un destino temporal para el indestructible espíritu. La vida no es la antítesis de la muerte y la muerte sólo es reconocible para los que viven. Yo creo que la vida es una efímera afloración de una existencia eterna. La vida es como la flor del cactus: . La somatización que conlleva nuestra existencia física, es una suerte de viaje emancipatorio para nuestro espíritu que le permite experimentar las emociones propias de una existencia llena de necesidades e ilusiones. Nuestras reencarnaciones son, para el alma, necesarios adiestramientos donde perfeccionarse en el manejo de los placeres y frustraciones propias del estado biológico. La muerte no es un estado, sino un trámite o un tránsito que nos devuelve a lo que siempre hemos sido: Energía, Espíritu, Alma.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 131
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Comentarios5
Y MUEVE MONTAÑAS DICEN.
Un saludo cordial
Buenas tardes María: Efectivamente con Fe se pueden mover hasta las montañas...
Muchas gracias por tu oportuno comentario.
Saludos.
Nuestra perpetuidad no es una añagaza
ni un sedante contra el pánico a la muerte,
es una reveladora verdad, abstracta,
ajena a la prescripción de la materia.
Comparto el sentir
Buenas noches Maribel: Me alegra saber que coincidimos en esta cuestión filosófica.
Muchísimas gracias por tus, siempre, certeros comentarios.
fascinante ,me encanta
saludos Paco Pena
Buenos días Gonzalo: Muchísimas gracias por tus amables palabras.
Saludos y buen fin de semana.
La fe es un don de Dios así que uno se puede escudar si no la tiene y es también una gran fuerza. La fe como el amor, la amistad y otro tipo de relaciones se tienen que cuidar para que no desaparezca. La existencia tiene su complejidad o su sencillez según la óptica desde que se mira.
Saludos cordiales entre versos.
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