Dime amor, solo dime
si esa flor de corola reducida
y de aroma sublime,
por ser flor, por florida,
a las eternas promesas redime.
Y si ves, ves impresa
la expresión reflejada inalterable
que en silencio confiesa,
tan sutil, tan amable,
que te habla, te sonríe, que te besa.
Y si escuchas, si sientes
sus risas sanadoras de dolores,
los sonidos que en su alma son latentes,
y laten como amores,
como amores sonrientes.
Flor (ii). Belleza efímera
Escúchalo, niña mona..
El susurro, la tonada
que corola tan labiada
al pasar el aire dona.
Escúchalo coquetona..
Los lamentos de piedad
que dan la inseguridad,
el sentir por breve vida
que en su suerte fue nacida
con tal solo una verdad.
Es así, nena mía,
no hay fortuna ni destino en lindezas,
pues se oye en letanía
ese eco de tristezas
que pervive en poder de la ironía.
Y se viene noche oscura
como fin a ese comienzo
que pintaba en lindo lienzo
una imagen de ventura.
Si pretendes galanuras
con la voz dulce y canora,
yo ahorita pongo en hora
el reloj del tiempo muerto
que se avanza por lo incierto
con un áncora que llora.
Es así, nena mía,
la belleza es imagen pasajera.
A poquito se enfría
y se ve como fenda en la madera,
tan fea, tan vacía.
Jhetsefany
(formatos varios)
- Autor: Jhetsefany ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2024 a las 16:04
- Comentario del autor sobre el poema: Ded. Hna. Lucía.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 77
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