Mi orgullo fue devastador
con él empujé tu desamor;
tu orgullo fue inalcanzable
nos heríamos como con un sable.
A mí no me dejó poder expresar
cuánto de verdad te podía amar,
a ti te secuestro en una esfera
y reaccionabas como una salvaje fiera.
Aún tengo el deseo de poder decir:
que tu ausencia me hace sufrir,
escuchar de tus labios que dijeras:
“mi amor deseo que me quieras.”
Tengo la necesidad de contigo platicar
y poderte decir que volvamos a empezar,
pero a nuestro amor lo mató el orgullo.
eso me dice mi conciencia en murmullo...
Seguro que jamás dirías ¡me equivoqué!,
No tiene razón a esta hora ya para que,
nuestro sucio orgullo nos ha vencido
y para siempre separarnos hemos decidido.
El Ermitaño Soñador
- Autor: El Ermitaño Soñador (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2024 a las 06:47
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Josué Gutiérrez Jaldin, Sergio Alejandro Cortéz
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