La iracundia salía proyectada de tu lengua de fuego
cuando te convencías de un dolor disonante,
penetrante hasta la médula
Pero eran tus ojos los que avivaban un infierno encantador
El averno encantador de una noche de polvo, metal y estrellas agonizantes.
Sonaba en nuestra cabeza un ritmo pesado, virtuoso, al momento del acto
Te veía escuchar a tu banda favorita, en el video bajo un escenario post atómico
Con la promesa de una energía sin cuartel ni concesiones
Tan necesaria, tan determinante ahora
Para tus días, ocasos y pasos aguerridos,
Siempre al filo de la ternura y la indignación.
Cada partícula estupefaciente
Cada decibel disparado contra el muro de nuestra distancia
Hacía toda la diferencia entre el lazo más convencional y la pasión más desatada.
Todo cobraba carne y hueso en esas horas locas que otros podrían llamar tóxicas
La noche y su vorágine arrasadora, su exilio más tenebroso, aparecía invocada una y otra vez
Cual ídolo maldito, en el límite de esos parlantes saturados,
en la materia de esos besos confundidos
entre cuerdas y bajos eléctricos,
golpeando el tejido de lo real
Y era todo ruido y era todo magia y toxicidad,
Porque la vida misma empezaba, en esos frenéticos instantes,
a abrir su velo, su cuero cósmico,
dentro del cual se escondía la palpitación más íntima de nuestras vacilaciones
Y coronaba el nervio con el cual abrazábamos sin compromiso
la polución sonora de un mundo
componiendo la sinfonía de su desintegración,
E iba desplegando secretamente la posibilidad fantasmática de nuestra reconciliación.
Pero sabemos que la verdadera energía se condensa toda en un solo punto
hasta estallar en múltiples sonidos y humores,
Y que el mejor estribillo, el más brutal,
pulula para conspirar en el tímpano y el corazón
de los amantes que se aman con potencia y vehemencia,
como el metal más pesado, de una sola vez y para siempre,
y a toda incandescencia, como el fuego de Satanás,
como la muerte y su desvelo sin fin.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2024 a las 10:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Mauro Enrique Lopez Z., Augusto Fleid, Pilar Luna, Sergio Alejandro Cortéz
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