La maestra del pecado seduce,
besa y apapacha en el comienzo.
Con una sedosa piel de lienzo,
envuelve tu alma y el amor produce.
En el color de sus manos luce
la promesa de nuevo recomienzo
y por su indecencia me avergüenzo
de seguir donde su cuerpo conduce.
Su figura es pincelada libre,
que silencia los besos regalados,
y revuelca a quien la desequilibre.
Son los cálidos otoños soñados,
culpables de que nuestra carne vibre,
en el remanso de los educados.
- Autor: Chico ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2024 a las 14:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Josué Gutiérrez Jaldin, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Augusto Fleid, Paris Joel, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz, alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Apapacho, poeta
🦋🦋🦋
👍👍👍🙋♂️
Son los cálidos otoños soñados,
culpables de que nuestra carne vibre,
en el remanso de los educados.
.....
INFINITUD DE BELLEZA EN TUS BELLOS VERSOS.
SALUDOS PAISANO
Muchas gracias querida
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