Suplicas de amor con dolor

Emilio Barrios

A veces me sobran ideas, pero me faltan palabras; a veces me faltan palabras, pero me sobran las ideas; esta indecisión me quema las entrañas; nunca consigo hilar el tema.

 

Me confundo, es confuso, quiero empezar a construir pero no construyo, siento que en frente de mí hay un muro, quiero huir pero no quiero ser cobarde y me quedo, ¿Qué es ese murmullo?

 

¿Me quedo hasta el final? No huyo, ¿Qué será de mí? No lo sé, ¿a donde iré? Solo sigo mi camino; para expresarme sirvo un poco, para confesarme basta con un pequeño sorbo de ese vaso de vino tinto. Pienso en el destino.

 

No sé qué me depara si me lanzo en modo furtivo; he hecho de todo, pero muy rápido pierdo las esperanzas, toda una batalla, en mi interior. Quizás me siento inferior, no lo comprendo, creo que aún hay tiempo.

 

Una luz en mi cerebro, surge el miedo; espero paciente sentado en una banca; he ahí la nostalgia, me observa con gracia, se burla de mí, me dice: eres una farsa. Me incomoda su aliento, sus ojos, su maldita mirada.

 

Y a mí la inseguridad me delata, me asfixia, me aflige saber que algún día mi verdad saldrá a la luz. ¡Será una desgracia!, ¿es una trampa?, ¿tal vez? Puede ser, será un engaño; me aterra el daño, se me termina el año.

 

No me resigno a aceptarlo; la luz en mi interior brilla por su ausencia; si el amor no persiste y estoy solo, es muy simple: viviré en abstinencia, puedo morir de inanición, ¡tal vez!, sino consigo saborear un poco de tu cariño, mi amor, parezco un niño, esto es enfermizo.

 

Quiero llorar amargamente, y a la vez ya no insisto; es distinto, juego a creer que lo sé todo, pero entiendo muy poco; fuera de este mundo hay respuestas, pero es un dilema, así pienso yo, pues ni modo.

 

Y así como en el universo fuera de este mundo hay misterio, en este planeta tú eres el mío; no consigo aún todas las respuestas. Las respuestas para conseguir tu amor, ¿Dónde están?, no me mal entiendas, solo confiesa.

 

Dime lo que debo de entender y me iré; en silencio me marcharé, como un coche fúnebre, en un paisaje lúgubre. A otro lado, angustiado, sigo esperando cómo hacerlo; hecha un vistazo a lo que siento.

 

Es una inmensa frustración; ámame algún día, ámame aunque sea por compasión, lo necesito; por favor, salva, salva mi honor de caballero, te lo ruego.

 

"Yo te quiero con mucho dolor, ¿no te das cuenta?, ¡mi amor te confieso!".

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