Si alguien no mantiene a los suyos, ha rechazado la fe (1 Tim. 5:8).
En la danza de la vida, las cargas pesan, el padre de familia, con su manto de preocupaciones. Alimentar, cuidar, y un techo proveer, son las notas que en su partitura debe leer.
Mas no está solo en este concierto de incertidumbres, donde el temor a la escasez susurra entre sombras. La fe es su guía, la esperanza su luz, y en cada paso, encuentra la fuerza de Jesús.
No es la riqueza lo que busca acumular, sino el amor, la paz, y la dignidad preservar. En el trabajo, encuentra más que un salario, es su campo de batalla, su misión, su calvario.
Y aunque el futuro se muestre incierto y oscuro, su confianza en lo Alto le mantiene seguro. Jehová, no es un ser distante o ajeno, sino un padre amoroso, su apoyo más pleno.
En la travesía por este mundo terrenal, donde el materialismo a menudo es el caudal, él elige la fe como su más preciado bien, y en la palabra divina, su camino siempre ve.
No se aferra a lo efímero, a lo que pronto se va, sino a lo eterno, a lo que siempre estará. Y aunque la prueba del tiempo su fe moldeará, en su corazón sabe que Jehová nunca lo dejará.
Porque más allá de las pruebas, de la adversidad, está la promesa de una futura felicidad. Donde no habrá llanto, ni dolor, ni penar, y en cada rostro, solo alegría brillará.
Así el padre cristiano, cabeza de su hogar, con cada amanecer, vuelve a confiar. Que aunque el camino sea arduo y sin final, Jehová le guiará hacia un puerto celestial.
- Autor: Yeshuapoemario ( Offline)
- Publicado: 13 de octubre de 2024 a las 04:32
- Comentario del autor sobre el poema: Si alguien no mantiene a los suyos, ha rechazado la fe (1 Tim. 5:8). Los cristianos que son cabezas de familia se toman muy en serio su responsabilidad de mantener a los suyos. Si ese es su caso, quizás le inquiete la idea de no poder alimentar a su familia o de no poder pagar el alquiler o la hipoteca. Y es posible que piense que, si pierde el trabajo, no encontrará otro. O quizás piense que no puede vivir con menos. Valiéndose de estos temores, Satanás ha logrado que muchos dejen de servir a Jehová. Quiere hacernos creer que Jehová no se preocupa por cada uno de nosotros y que, cuando necesitemos su ayuda para mantener a nuestra familia, él se va a desentender. Si caemos en esa trampa, podríamos pensar que no tenemos más remedio que aferrarnos a toda costa a nuestro empleo, aunque esto implique pasar por alto los principios bíblicos. w22.06 15 párrs. 5, 6
- Categoría: Familia
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Yeshuapoemario, Mauro Enrique Lopez Z., Josué Gutiérrez Jaldin, Sergio Alejandro Cortéz
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