Y de pronto un día llegaste.
Ya no había que decir más nada, ya no había que callar más nada.
Un día llegaste.
Bastaron dos segundos de sonrisas y de miradas para que dentro de mí se liberen asientos para darte un lugar.
Ahora tenías mucho espacio para quedarte, pero estabas sujetado a otro amor, a otro espacio, a otro corazón.
Aunque intentará cambiarte de lugar, no había forma. Vos ya pertenecías a otro tacto, a otra mirada, a otro dos segundos de sonrisa, a otras noches.
Lo hubiese intentado, pero no tengo el valor para sacarle esos ojos a otro corazón, cada quien elige su dolor.
- Autor: Denise Arredondo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2024 a las 08:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Alejandro Cortéz, Antonio Pais, Lualpri, Josué Gutiérrez Jaldin, Mauro Enrique Lopez Z., WandaAngel, Augusto Fleid, Classman, El Hombre de la Rosa
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