Mi quimera hecha realidad

EDGARDO

Mi quimera hecha realidad

 

De niña, un sueño, una ilusión fugaz,

un anhelo que en mi corazón florecía.

En tus ojos, Dunia, encontré mi paz,

y en tu amor, mi alma encontró su vía.

 

De la fantasía a la realidad he ido,

y en ti, mi amor, mi alma ha hallado nido.

Tus ojos, dos estrellas que guían mi andar,

tu sonrisa, un amanecer en mi mar.

 

Recuerdo aquel día, cuando te conocí,

mi corazón latió con fuerza, lo sentí.

Desde entonces, mi vida cambió por completo,

encontramos juntos un amor tan perfecto.

 

Hemos recorrido juntos caminos de espinas,

superado tormentas y fuertes mareas.

Pero nuestro amor, más fuerte que el acero,

ha vencido al tiempo y al cruel destino.

 

Hoy, te miro y siento que soy el más afortunado,

por tenerte a mi lado, amada y adorada.

Juntos construiremos un futuro brillante,

donde el amor sea nuestro eterno gigante.

 

Mi niña de sueños, hoy mi mujer, mi amor,

te prometo que todos los días de mi vida,

te amaré y cuidaré, con todo mi fervor,

y juntos envejeceremos, siempre unidos.

 

En cada amanecer, en cada atardecer,

en cada instante, en cada nuevo amanecer,

mi amor por ti, mi vida, seguirá creciendo,

y nuestro amor, eterno, seguirá siendo.

 

Eres mi todo, mi razón de ser, mi luz,

mi compañera, mi amiga, mi virtud.

Contigo a mi lado, nada me hace falta,

pues en tus brazos encuentro mi calma.

 

Juntos escribimos una historia de amor,

que perdurará más allá del tiempo y el dolor.

Y aunque el mundo cambie, y las cosas pasen,

nuestro amor, mi amor por ti, siempre permanecerá.

 

En cada beso, en cada abrazo, en cada caricia,

siento que nuestro amor es una bendición.

Gracias por ser mi todo, mi inspiración,

mi única y eterna compañía.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.