Siempre la estela es en el mar.
En el cielo los desiertos;
Los desiertos no abrazan
Misericordia.
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Todo está en el horizonte,
Y yo aquí... tan cerca.
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Clama el sudor de la frente:
¡a la mar, a la mar, a jugar
Con los peces;
Sábana blanca, rostro
De nieve.
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Si alguna vez lees mis versos,
Será mi pecho el que lo escriba,
El tuyo... El que sea cierto.
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Siempre madre,
Siempre golosa.
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No idolatro, solo amo
La inesperada gota.
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Platero y yo...
El algodón no engaña.
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Olor a sal me recuerda.
La sal en los labios de ser
Pétrea memoria.
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Autor:
Lakota (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 14 de octubre de 2024 a las 13:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Pilar Luna, CARLOS ARMIJO R...✒️, Antonio Pais, alicia perez hernandez, Augusto Fleid, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z., Jaime Correa
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