Beoda

Fer Belek

Estoy embebida de tu néctar, 

borracha hasta la curva de mi cadera, 

los dedos de mis pies se doblan al observar tu vera, mis manos se bañan en sudor al sentir el calor que despliegas, me siento mareada de emociones, empapada de la humanidad que profesas.

 

Mis brazos te reciben con firmeza, 

te aprietas en mi sin tantas ansias ni vueltas,

y yo muero en el profundo éxtasis que me generas. 

 

Ando por la vida un poco tuerta, 

y tu vas por ahí, caminando por tus sendas, 

tan tranquilo que me dan espasmos al verte cerca.

 

Tu cuerpo se mueve y mis engranajes internos convulsionan alertas,  me vuelves barro en tu aguerrida caldera. Y la piel de mis mejillas se desarma en tu boca que se convierte en el despertar de mis quimeras, la fuerza de tus músculos al contraerse, me enloquecen, la mente se me estremece, mi alma florece al reconocerte.

 

Y escribo odas a cada suspiro por tenerte, 

vuelvo magia nuestros largos atardeceres,

me conmueves hasta la punta de mis locos amaneceres.

 

Estoy repleta de amor y me tienes...

Completa.

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