Oración Tercia

Jhetsefany

Oración Tercia

 

No puedo ver el futuro
ni un devenir de la vida,
pero miro, consentida,
y todo resulta oscuro.
Mas me apuro, yo me apuro,
siempre en pregunta cansada,
si habrá luz o si habrá espada
que quite del mundo el velo,
y al preguntar a este cielo,
nunca me responde nada.

(Dime Madre, en dónde yo te oraría
si mi alma me responde,
en qué lugar, mil gracias yo daría.
En qué jardín se esconde
tu consuelo, tu gracia, tu armonía.
Ay Madre, dime dónde
que hacia allí correría.)

 

Pero si veo el presente,
con gran pesar y lamento,
donde el amor no es sustento
en este mundo demente.
Mas me apuro y busco el puente
de una visión muy calmada
que dirija la mirada
hacia un mundo paralelo,
pero pregunto a este cielo
y nunca responde nada.

(Dime Madre en dónde yo quedaría,
como fiel prisionera
del amor que ofrece tu poesía,
su magia verdadera.
Ay madre, en dónde está esa alegría,
dime dónde me espera
que hacia allí correría.)

 

Poco viene y poco queda
de aquella miel protectora.
Ya está aguada y solo llora
por su antigua rosaleda.
Y me apuro al pedir sedas
que dejen bien arropada
a la belleza creada
sobre esta tierra, su suelo,
mas yo pregunto a este cielo,
y no me responde nada.

 

Jhetsefany

(varias. Liras, décimas)

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