Fue en Sevilla, Julia caminaba por el arcén de la estación de autobuses en compañía de su padre. Habían ido a la capital a gestionar un papeleo relacionado con una nueva empresa que debían emprender.
Julia Levantó la vista al notar una mirada penetrante clavada en su persona. Los ojos de Marcelo fueron como una profunda llamarada que hicieron estremecer a la chica.
Cupido disparó sus flechas y ambos sintieron el pecho atravesado por aquella saeta salida de la nada y un sentimiento inexplicable se apoderó de ellos.
Marcelo estaba acompañado por una mujer que a todas luces parecía ser su madre. Se volvió para despedirla con un beso, ya que en aquel momento subía a un bus que estaba estacionado en el andén a punto de salir.
Una vez más se despidió de aquella señora con la mano, rápidamente buscó a la joven con la mirada, con notable desesperación al no encontrarla.
Mientras, ella lo miraba , desde la ventanilla del bus al que había subido para llevarla a su destino.
Como atraído por un imán él levantó la cabeza y de nuevo sus ojos se encontraron, esta vez empañados por un velo de desesperado desencanto a sabiendas de que jamás se volverían a encontrar.
- Autor: Rosario Bersabé (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2024 a las 14:01
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Sergio Alejandro Cortéz, Antonio Pais, ElidethAbreu, 🎅🌲María García Manero 🌲🎅, CARLOS ARMIJO R...✒️, Mauro Enrique Lopez Z., Classman, Pilar Luna, Ricardo Castillo.
Comentarios2
hermoso como triste mi buena amiga
Me encantó
Con cariño
JAVIER
Muchas gracias, Javier.
Muchas gracias por tu poema Rosario y Feliz Día de las Escritoras.
Buenas tarde y mis abrazos.
Gracias a ti por tu comentario. Un abrazo.
Abrazos.
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