LLAMARADA

Carlos_90

Tú piel se nutre con mis caricias 

la irriga el calor de mi suspiro; aliento de tu amor yo respiro

cada parte de tú ser es delicia.

 

Tú piel goza plácida sin malicia 

de las mieles cálidas de mis besos;

el rastro de mis labios es impreso

en el ancho corporal sin sevicia.

 

Se cansa la pasión de tu mirada,

cuando la distancia se opone,

el encuentro senil nos repone.

 

Hasta volver la piel llamarada

se consuma en pleno la alegría 

hoguera de amor se degrada.

 

 

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