El paisaje en tu rostro, ese testigo silencioso, me dice que has sufrido mucho, no poco, quizá mucho tiempo, o quizá fue un momento doloroso.
He aquí un tonto que se está creyendo el cuento, queriendo conquistar tu amor y que, cada vez que te ve, se vuelve eufórico, o quizá loco.
A tu lado me siento como un niño tímido que por primera vez ve el mundo desde la perspectiva de sus ojos, con sus maravillas y sus despojos.
El reflejo en el espejo de tu vida te descubre desnuda, sin la ropa del amor que cubre tus heridas y las caricias que perdiste al entregarte entera, quizá toda.
Mis manos temblorosas, deseosas de tocarte, aunque sea esa mejilla roja que me sonroja sin causa alguna cuando volteas a mirarme.
Tu presencia me incomoda; no sé cómo actuar; me río como un chiquillo y luego me aborda un silencio sepulcral imposible de disimular.
Eres tan especial, que no entiendo cómo pudieron amar de ti solo lo superficial y los besos recibidos tan artificiales, ¡es bastante irracional!
En lo más profundo de tu ser escondes un tesoro que yo anhelo descubrir y el camino que me tome llegar a ti lo debo transitar; no importa que tan difícil sea, lo debo recorrer o quizá caminar.
Estoy sediento de concretar un encuentro, no importa si el lugar es el vientre de un volcán o el mismísimo infierno; por conquistar tu amor haría de todo, asumiendo cualquier castigo o quizá riesgo.
- Autor: EMBAR (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2024 a las 01:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Antonio Pais, Santiago AlboHerna, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz, Pilar Luna
Comentarios1
EMBAR poeta uno daría cualquier cosa hasta el mismísimo infierno por amor muy buen poema te felicito un abrazo cordial buen descanso
Un abrazo amigo Antonio...
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