Confidencias ante la vela

Romey


AVISO DE AUSENCIA DE Romey
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.

Compensación inigualable: inteligencia

para certificar el acierto próximo y así ya

obtener la satisfacción siempre tan deseada

El ansia esforzada trabaja las duras gemas

hasta hacerlas briyar como yuvia o estreyas,

pero bastante pronto las tendré que entregar

quizás. Todavía pendiente está la decisión

final, pues aquí atrás mi única luz se bifurca

mientras mi mirada busca capturar una visión

absoluta, y mi amada alma su palabra oscura

silentemente, tranquila, me susurra: es verdad

esa sombra en la última roca, bendita realidad

que tú configuras sin parar para pensar ni nada

-Sí, yo soy la mera semiya que, a eya hincada,

superviviente esencia divina, espera paciente

una ráfaga fría, un raudal puro, la yamarada

que prenda el fulgente flujo de la infinita fuente,

mientras sedienta la trepa cierta eterna serpiente

 

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