Carrusel

Allí ibamos a la tardecita, al carrusel.Mi madre nos compraba algodón de azúcar. Casi siempre elegía el rosa, y mi hermana el verde. El gusto era igual, pero los colores nos diferenciaban, cuando crecimos también nos diferenciamos, en casi todos los aspectos. Cuando subía al caballo alado, me imaginaba que surcaba cielos y veía montañas azules, alrededor de lagos. En mi país, no hay montañas, mas no había dibujo que no tuviera el sol naciente, entre dos montañas. A veces le dibujaba cara, pero esto era cuando lo ponía en la parte superior de la hoja..Una vez nos acompañó, un tío, que veíamos en ocasiones especiales, era el padrino de mi hermana.Y luego de estar en todos los juegos, nos invitó a una confitería a tomar chocolate con churros. Para mi, fue el mejor día de mi vida, en esos cortos años. Saltaba de contenta y solo me estuve quieta, cuando nos trajeron el chocolate humeante. Añoro esa niñez, que con tan poco era feliz..Con la imaginación de crearse sus propios mundos de montañas, lagos y grandes océanos. Una costumbre de mi casa, era colocar bajo el vidrio del aparador, de la sala, las tarjetas postales de lugares lejanos .Esto estimulaba que yo viajara. Un cerezo en flor, de Japón, una costa amalfitana, las islas del Mediterráneo y otras más .Una noche, soñé que viajaba en un delfín y me llevaba a recorrer mares y en una isla descansábamos, bajo un cocotero y luego emprendíamos nuevamente el viaje.También soy de la época, que en los parques infantiles, existía la alfombra mágica. Con sacos de alpillera nos tirábamos cayendo en un gran arenero .El primero, en aventurarse era mi papá. Mi madre muerta de miedo, que nos pasara algo, prefería quedarse y tal vez hasta un padre nuestro rezaría. Una vez la convencimos, para que lo hiciera, y lo disfrutó mucho. Y dijo: está todo bien, pero con una vez le bastaba-

(rosi12)