Acaso es que te pienso a cada instante
y sueña con tu faz mi madrugada.
Tu torso sobre mí, mi dulce amada.
Mi boca con la tuya, tan fragante,
llenando con su aroma el delirante
recinto donde vive, ensimismada,
este alma que cautiva tu mirada
y es cura a mi locura subyugante.
Tus labios se hacen ecos del verano,
caricias de una flor de primavera
que agitan los inviernos de mi mano
por no poder tocarte... ¡Cuánto diera
tener aquí tu trigo aquí cercano
y hacerlo, como el pan, a mi manera!
- Autor: Leguim Nelga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2024 a las 11:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Marco Gutierrez Jaldin, Sergio Alejandro Cortéz, Pilar Luna
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