NAVIDAD DEL NIÑO POBRE

El Ermitaño Soñador

Se divierte pateando un balón de trapo
Y poniendo dos piedras como portería,
Tomando un palo corretea por el campo
de su gallardo corcel, en jinete se convertiría.
Se detiene a espulgar entre la basura
a ver si de repente un regalo le trajo el camión,
o de pronto de la ciudad tal vez algún niño rico
ya se cansó de su juguete y se lo envió como regalo.
Con asombro exclama ¡mira, allá hay unas canicas!
Su rostro se ilumina ante tan gran descubrimiento,
Las, toma y piensa ¡solo hay que limpiarlas un poco!
y seguramente quedaran como nuevitas.
Le llama la atención las coloridas luces que la ciudad ostenta
Y con tristeza recuerda que no hubo árbol en su humilde casa,
mucho menos nacimiento, porque esta navidad allá no existe
de su madre no puede esperar le obsequie algún juguete
porque con su trabajo solo le alcanza para darle de comer.
Seguramente quisiera que el niño Dios se acordará de él
Y que su suerte cambiara para las próximas fiestas navideñas,
Poder recibir un mundo de regalos que le llene de alegría
Que no se convierta la navidad en un privilegio de pocos
Mientras en el mundo el dolor y la miseria campea.
No olvidemos el verdadero sentido de la navidad
No es una época para ostentar, sino para compartir.

 

EL ERMITAÑO SOÑADOR

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Comentarios +

Comentarios1

  • alicia perez hernandez

    Acordémonos de esos niños pobres no solo en navidad sino siempre, ellos no tienen lo que a nosotros nos sobra.
    saludos poeta



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