¿QUIÉN SOY, QUÉ HAGO AQUÍ?
¿Quién soy, que he venido a hacer aquí?
Me suelo preguntar distraído… cuando
dejo de mirar fijamente algo que he estado
mirando largo tiempo sin darme cuenta.
Después de un corto titubeo… reacciono
y comento presto con mi amiga soledad
estos momentos de ausencia que me invaden,
y que inundan mis horas de melancolía.
Ella, mi amiga soledad, parece como si
me estuviera constantemente vigilando,
y preocupándose por mis estados de ánimo,
por mis bajones de moral continuos.
¿Qué sería de mi sin ella?
¿Qué sería de mi vida sin ese apoyo
continuo que me ofrece a todas horas…
la soledad, mi amiga, con quien convivo?
Vivo a todas horas con ella, de noche y de día.
Me acuesto y me levanto con ella.
Desayuno, como y ceno con ella.
Está siempre a mi lado, cuando hago la cama,
cuando friego los platos, vasos y cubiertos,
cuando paso superficialmente la escoba
y el mocho por la casa, y cuando descanso
un poco viendo los telediarios de la tele.
Siempre está conmigo acompañándome.
La quiero, la amo tanto... que me da pena
dejarla sola en casa cuando salgo a hacer
la compra necesaria para subsistir,
para vivir, y no morirme de hambre y
melancolía junto a ella.
Es mi única compañía, la única que escucha
mis continuos lamentos incomprendidos.
Mis quejas constantes y lastimeras.
Nunca me reprocha nada de lo que hago,
al contrario, siempre está de acuerdo
con lo que digo o hago, se sienta a mi lado
y me acompaña siempre, para que no
me sienta solo y me ahogue en mi tristeza.
Hasta que llega el momento en que me
sobresalto y me pregunto a mí mismo,
¿Quién soy, que he venido a hacer aquí?
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Autor:
José Fas Fonfría (
Offline) - Publicado: 20 de octubre de 2024 a las 03:47
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola, Augusto Fleid, Cynthiabusca, Mauro Enrique Lopez Z., Marco Gutierrez Jaldin, JUSTO ALDÚ
Offline)
Comentarios2
Celebro la lectura de tu poema con el reflejo de de tan tenaz compañera.
También planteas muy bien esa inquietud de las decisiones propias, sin ataduras.
Saludos cordiales.
Muchas gracias Rafael, me gustan tus sabias deducciones. Pero no si si habrás oído decir lo que por ahí se comenta, que los poetas somos muy mentirosos.
Saludos cordiales.
No, no había escuchado eso.
Sí sé, que buscamos las vibraciones y los sentires propios de la existencia.
Lo de medir verdades y mentiras sigue siendo una asignatura pendiente, en la cual todos vamos cojitrancos, desde el Mediterráneo al resto del mundo.
Sigo en la pesca de los trazos poéticos sugerentes.
Un abrazo
Me ha echo mucha gracia lo del mocho, no todo el mundo sabe que así llamamos a la fregona.
Un Cordial saludo( Para los dos protagonistas del poema )
Muchas gracias por tu observación, yo le llamo de las dos maneras, pero quizá hubiera estado mejor que hubiera puesto fregona. Saludos cordiales.
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