Los rayos inminentes que irrumpen los resquicios del alma se apagan como la flama efímera de lucientes antorchas, en tanto que el sonoro clarín de la brisa hace resonar las hojas, que en el vaivén del airoso soplo de las nubes las hacen danzar al compás de las aves que le cantan a la mañana.
Como finas cuerdas de violín, vibran los pastizales que se mecen entonando una dulce sonata: suenan arpegios al sentir las fibras de los pétalos que anhelan sentir el roce del viento cual mariposas acróbatas en un jardín aterciopelado.
Las hojas son aquel terso instrumento del sabio roble que tañe sus notas leves y volátiles, y así sientes el clavicordio de tu silencio…
- Autor: poechicero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2024 a las 07:19
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Josué Gutiérrez Jaldin, Miguel Ángel Miguélez, Tommy Duque, Ricardo Castillo., Sergio Alejandro Cortéz
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