Rompe ligeramente el brillo de la noche,
con su palidez de luz neón,
es el canto hueco y lejano,
de algún acordeón.
María Eugenia*, tú me miras desde la rambla,
cantando, “es mejor ser aire”,
himno vehemente y ufano,
digno de tu barbarie.
Cuantos velos rebela aquel desenlace,
un azul de medianoche, para el delirio,
un rojo de otoño, para el trance,
una luna sugerente y se vuelve un martirio.
Eres aire porque te escucho a lo lejos,
distante que me atrevo a enamorarme,
¿De qué exactamente?, de lo roto e incompleto,
pues mi corazón no es viento; es fusiforme.
Te describo por extrañarte en la obscuridad,
me alejo en la noche, libre de mí,
que sin mayor encono, te vi,
horrible reproche de melancolía y soledad,
justo hoy, en mi despedida, nos ponemos a platicar.
- Autor: Romina Delucetti (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2024 a las 13:54
- Comentario del autor sobre el poema: *En memoria de María Eugenia Vaz Ferreira, una de las grandes poetisas del 900 Uruguayo, dejo una liga aquí por si alguien quiere deleitarse con el que fuera uno de los mayores talentos de aquella época. http://www.autoresdeluruguay.uy/biblioteca/Maria_Eugenia_Vaz_Ferreira/lib/exe/fetch.php?media=lauxarrevista_pegaso_en_homenaje_e_mevf.pdf
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Antonio Pais, Santiago AlboHerna, Pilar Luna, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Ricardo Castillo., Sergio Alejandro Cortéz, El Hombre de la Rosa
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