Termino ya el velatorio,
quedó la casa en silencio,
deshabitada y sin presencia,
oscura y fría, sin audiencia.
Las cortinas descolgaron,
las persianas se bajaron,
sabanas muebles vistieron,
tras de sí las puertas cerraron.
Y morada por tantos años,
fue testigo de aquellas vidas,
llena de rincones, secretos,
paredes y sus fotografías.
Como el reloj del gran salón
cuenta las horas lentamente,
sabiendo lo que se vivió
no se borrará de las mentes.
Los pasillos que antes vibraban
llenos de diálogos y risas,
comentando aquellas historias,
ahora rumores y brisas.
- Autor: Soponcio ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2024 a las 04:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Llaneza, Soponcio, rosi12, Augusto Fleid, Jaime Correa, JAGC, Marco Gutierrez Jaldin, Violeta, CARLOS ARMIJO R...✒️, pesetoman, Alexandra L, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, La Bruja Irreverente, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
El silencio tras la muerte. El reloj nos cuenta las horas, pero no habrá olvido. Saludos.
Gracias Rosario por tu comentario, Saludos.
Que exacto escrito con sus verdades a cuesta, gracias por compartirlo, saludos.
Gracias Violeta por comentar y leerme, saludos.
Como el reloj del gran salón
cuenta las horas lentamente,
sabiendo lo que se vivió
no se borrará de las mentes.“”
Gracias por compartir tu poema un placer leerlo estimado poeta.
Saludos y éxitos.
Gracias Emiliano por leerme y desearme éxito, el éxito es que me leáis. Saludos
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