Esa noche me canse de esperarte,
de pedirte,
de llorarte,
tome fuerza de lo primero que vi y casi arranque las raíces del suelo,
pero te dejé,
con dolor, con amor,
con sinceridad,
y tenía miedo de voltear y que siguieras ahí,
pero, al girar nunca estuviste detrás de mí,
había un espacio ficticio de ti, y te idealice en la cima del viento,
con todo el ímpetu de que algùn dia me amarías,
y, espere y espere, como si vivieras una guerra de varios meses,
incluso aunque te hubiera faltado algún brazo, yo seguiria ahi,
pero, después de 1945 días, incluso más, me entere que nunca me diste nada,
fue un momento de desesperación,
crisis y enojo,
no fue mi culpa haberte amado tanto,
pero si te culpo a ti, por darme tan poco,
ahora, ya en mi casa, sola,
todo apesta a ti,
mi sofá favorito, mis mascotas,
incluso mi almohada, apesta,
ya no me gusta tu olor, me desagrada,
incluso, escuche tu canción en el camino quitando tu nombre,
no te lo mereces,
no mereces mi tristeza,
y anhelo con todo mi corazòn, encontrar a alguien que desfallezca de amor por mi,
algo que siempre espere de ti, y lo tendré ahora,
pero en otros ojos, otras manos y otros labios,
no quiero saber de ti,
ni quiero que sepas de mi,
te detesto con la misma fuerza con la que alguna vez, te dije, te amo.
- Autor: Tu novia eterna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2024 a las 21:29
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, Mauro Enrique Lopez Z., Josué Gutiérrez Jaldin
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