“Cuando el sexo ríe,
un terremoto sacude el mundo,
estremece el edificio de la Bolsa,
y derrumba sin remisión los templos”. Henry Miller.
Las figuras que gimen danzando,
los cimientos, los escombros de un placer soñado
un mundo eyaculado desde la abertura
todas, todas son metáforas del agujero perfecto
Figuraciones del insomnio de nuestras horas rabiosas
de nuestras soledades hechas a mano y a polvo
Sasha tendida como en una circunvalación
todo un cine secreto debajo de las sábanas
un filósofo quizá pensaba en ella,
cuando dijo que el cine nos decía cómo desear
Es la hora en que no cabe en la imaginación
la imagen de una virgen pariendo
Es la hora en que no cabe en la imaginación
pensar en santos ardiendo
Solo asoma su figura, la noche tan honda como sus curvas
en cada esquina creo encontrar a la próxima candidata
Es solo la verdad que se viste a la ocasión
y quiere encontrar su lugar en el bajo vientre
sonando bajo ritmos perversos, incluso inocentes
solo por no acabar de desearlos
¿Eres tú acaso, Sasha, cada vez que el silencio
se apodera de la noche?
¿Eres tú acaso, Sasha, cada vez que Dios nos da la espalda
y arroja en nuestras cabezas el miembro
de su desesperación?
Siento que aquellas pisadas remotas en la calle
de aquellos amores fugitivos, por demasiado cínicos
no acabaron en el polvo
solo por ser la sombra de aquello que haces
en cada esquina, sin otra curva que el miedo
de los mojigatos de siempre
que juegan a masturbar el mundo
mientras llegan a su casa
masticando la basura que ganan
sin otro apetito que su vacío sin estilo
Libéralos de su miseria
permite que imaginen al menos
un agujero negro en el cual perderse
mientras el resto de los mortales
consigan acabar, liberar
al animal entre sus manos
así como al pan,
así como el polvo, lo constitucional
que se haga la leche
que cada quien tenga su banquete
mientras la belleza sea triturada
mientras los mercados se desbanquen
mientras estos versos giman
y las flores sean arrancadas de raíz
y por fin durante esta noche acaben
de una sola vez y encuentren
el orificio venéreo de Dios.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2024 a las 10:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Gutierrez Jaldin, Augusto Fleid, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, pesetoman
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