Personas que me amaban, yo lastimé,
las usé y nunca valoré.
Mi karma llegó, no tardó en cobrar,
fue una gran batalla, la logré ganar.
Me humillé tanto en mi llanto,
que cada día se ahogaba el encanto.
Por amor acepté el sufrimiento,
pero ahora sé que no era merecimiento.
Las sombras que me hirieron, ya pagaron,
en el espejo del tiempo se enfrentaron,
y como yo, sus sueños se desvanecieron,
los dejaron y nunca más volvieron.
Meses de reflexión y superación,
limpié mi alma, cambió mi visión.
Deje atrás las amistades dañinas,
y en mi vida, hallé nuevas alegrías divinas.
- Autor: NOVAST★R (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2024 a las 23:25
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Augusto Fleid, Mauro Enrique Lopez Z.
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