No sueltes mi mano

Si ves una lágrima de luz en mis ojos, acompañada de tristeza, moribundo ante ti, no sueltes mi mano; sostén con todas las fuerzas lo que quede en mi de realeza.

Cuando te diga <<amor, se me van las fuerzas>>. Abrázame a tu pecho, levántame del suelo, no dejes que se desborone la inspiración de amar, ni el deseo de vivir el sueño que tanto busco en el tiempo.

Si ves la intención de seguir solo el largo camino, adolorido por las impurezas de tanta maldad que nos enseñan, no sueltes mi mano, el orgullo no puede ser más fuerte si nos amamos.

Cuando te diga <<mi herida sangra>>. Abrázame a tu pecho, vuelve a levantarme del suelo, no dejes correr lágrimas sobre la piel, la fé que me queda, la dejo en tí para crecer.

Si ves mil veces agonizando el alma, no pienses que el amor te niega, es tu forma de amar que no deja ver la esperanza del mañana. Aún así, no sueltes mi mano para creer en ti.